En estos momentos cumplo dos meses de haber salido de mi casa… Hace ocho semanas estaba del otro lado del “charco”.
Después de dos meses son muchas las anécdotas y las cervezas, bastantes kilómetros recorridos, muchas caras, sinónimo de alegrías, encuentros, diferencias, similitudes. Algunos compañeros de camino, otros amigos, pero al final todos han dejado una huella y espero yo haber dejado la mía.
Agradezco a todos los que estuvieron aquí para hacer posible esta experiencia, a las nuevas amistades, al chofer enojon de mi viaje a Paris, a los maestros, a la banda buena vibra de los Irlandeses, a mi familia de por acá. Probablemente mucha de la gente con la que viví estos dos meses no lea estas palabras, pero no importa.
Agradezco a dos personas en especial, una que me dijo que hiciera algo productivo de mi verano, ¿Qué porque no me iba a estudiar? (extraña manera de pasar unas vacaciones, estudiando… Los Ingleses tienen una frase para definir eso “Busman’s holiday”), y que ha sido fiel lectora de mi blog (esperemos que lo siga leyendo ya que regrese). Y la otra persona, también lector de este espacio cibernético, que ha sido el principal promotor de estos dos meses y de este futuro arquitecto, sin el no habría sido posible recorrer tantos kilómetros, tomar unas cuantas cervezas y cafés, ni haber visto el Guernica. GRACIAS.
Este es el ultimo post desde Inglaterra y muy probablemente desde Europa, su escritor se retira una semana a tomarse unas vacaciones (sin estudiar), me voy a Barcelona antes de regresar a casa, nos leemos en México.